SEGÚN CHAMBLESS Y HOLLON (1998), UN TRATAMIENTO SERÁ UNA INTERVENCIÓN CON APOYO EMPÍRICO CUANDO:

  • Se le haya comparado con un grupo de control, tratamiento alternativo o placebo en:
    • una prueba de control aleatorizada, un experimento de caso único controlado, o el equivalente diseño de muestras temporales, y
    • en el que el tratamiento con apoyo empírico sea  superior, y  estadísticamente significativo, a un grupo de no-tratamiento, o tratamiento alternativo, o que sea equivalente a un tratamiento que ya se haya establecido como eficaz, y que la potencia sea suficiente para detectar diferencias moderadas.
  • Tales estudios:
    • se hayan realizado con un manual de tratamiento o su equivalente lógico;
    • se hayan delineado de una forma válida y fiable, criterios de inclusión para una población tratada con problemas específicos;
    • se hayan realizado con medidas de evaluación del resultado fiables y válidas, que, al menos, se refieran a los problemas establecidos como metas de cambio;
    • se hayan realizado con análisis de datos apropiados.
  • Para que se le designe como eficaz: la superioridad del tratamiento con apoyo empírico se debe haber mostrado, al menos, en dos entornos de investigación independientes (con un tamaño de tres o más en cada sitio en el caso de experimentos de caso único). Si existiese evidencia contradictoria, la preponderancia de datos bien controlados debe apoyar la eficacia del tratamiento con apoyo empírico.
  • Para que se le designe como probablemente eficaz: un estudio (tamaño de la muestra de tres o más en caso de experimentos de caso único) es suficiente en ausencia de evidencia contradictoria.
  • Para que se le designe como eficaz y específico: el tratamiento con apoyo empírico debe haber mostrado ser estadísticamente superior a una pastilla placebo o a un placebo psicológico, o a un tratamiento alternativo bona fide, al menos en dos entornos de investigación independientes. Si existiera evidencia contradictoria, la preponderancia de los datos bien controlados debe apoyar la eficacia y especificidad del tratamiento bien establecido.

Fuente: Chambless, D.L., & Hollon , S.D. (1998). Defining empirically supported therapies. Journal of Consulting and Clinical Psychology, 66, 7-18