Categoría: Noticias

Álvarez Prado, Arturo

Titulación universitaria:

Licenciado en Psicología por la U.A.B.

Master en Psicología Clínica y Medicina Conductual por la U.A.B.

Colegiado:

12800  Colegio Oficial de Psicólogos de Cataluña

Titulación o estudios de hipnosis:

Postgraduado en Hipnosis Clínica por U.B.

Temas que trata:

Psicología en adultos: trastornos del estado de ánimo, trastornos sexuales.

Terapia de pareja, bajo el modelo teórico cognitivo-conductual.

Datos de contacto:

C/ Montblanc, 6 – 8º – 3ª

08223 Terrassa – Barcelona (España)

Otros datos:

Teléfono: 649 500 061

Email: arturo_alvarez_prado@hotmail.com

Alarcón Aguilar, Ana

Titulación universitaria:

Doctora en psicología por la Universidad de Valencia

Colegiado:

CV-06505 Colegio Oficial de Psicólogos de la Comunidad Valenciana

Titulación o estudios de hipnosis:

Tesis Doctoral dirigida por el Dr. Antonio Capafons “Aspectos cualitativos de dos métodos activo-alerta de inducción hipnótica” (1998).

Temas que trata:

Ansiedad generalizada, trastorno obsesivo compulsivo, ataques de pánico, fobias específicas, fobia social, asertividad y habilidades sociales, autoestima, depresión, tabaquismo, obesidad, control de la ira, hiperactividad, enuresis, miedos, etc.

Datos de contacto:

C/Bartolomé Reus, nº 10, 3º izquierda

12002 Castellón (España)

Teléfono: 655 441 437

Otros datos:

Profesora Asociada de la Universidad Jaume I de Castellón.

Diversas publicaciones en revistas científicas: International Journal of Clinical and Experimental Hypnosis;  Psicothema; American Journal of Clinical Hypnosis; Informació Psicológica; International Journal of Psychology and Psychological Therapy; Contemporary Hypnosis; Papeles del psicólogo.

Coordinadora del “Grupo de hipnosis psicológica” del Colegio Oficial de Psicólogos de la Comunidad Valenciana durante el 2001.

Miembro del equipo de investigación dirigido por el Dr. Antonio Capafons. Investigación subvencionada por el Ministerio de Ciencia y Tecnología (I+D).

MÉTODO DE AUTOSUGESTIÓN CONSCIENTE DE COUÉ

Portada original disco Coué

Foto del disco original de CouéMétodo de Auto-Sugestión Consciente. Grabación audio original en francés, y texto traducido al castellano. Autor  E. Coué (1923). Este artículo se ha incluido en esta página web por gentileza de www.archeophone.fr
Traducido por Jacqueline Blanquine (2009).

Escuchar audio original (en francés)

Parte I

Voy a explicarle en pocas palabras los dos principios sobre los cuales he basado mi método de autosugestión  consciente.

El primero es el siguiente:

Toda la idea que tenemos en el espíritu deviene una realidad en el dominio de la posibilidad.

Por ejemplo, si tenemos una pierna rota e imaginamos que la pierna vuelve a crecer, naturalmente no lo hará, porque eso es imposible. Pero si sentimos un dolor en cualquier parte, si tenemos órganos que no funcionan normalmente, si tenemos ideas tristes, e  imaginamos que el dolor va a desaparecer, que nuestros órganos enfermos van a funcionar cada vez mejor y mejor, que nuestras ideas tristes van a desaparecer  para dar paso a ideas alegres, todo  eso sucederá, porque es posible.

  • La idea del sueño crea el sueño;
  • La idea de insomnio crea el insomnio;
  • La idea de crisis de asma crea la crisis de asma;
  • La idea de crisis nerviosa crea la crisis nerviosa;
  • La idea de migraña, justo en el día en el que estamos invitados a cenar en casa de tal o cual persona, crea la migraña en el día señalado;

Cosa más sorprendente es que hay personas ciegas, sordas o paralizadas, simplemente porque ellas mismas piensan que lo son.

La conclusión que podemos extraer de este primero principio es la siguiente:

  • Si toda idea que tenemos en el espíritu deviene realidad en el dominio de la posibilidad, estando enfermo, imaginamos que la cura va acontecer, ésta ocurrirá si es posible; si no lo es, lograremos la mayor mejoría que se pueda obtener.

El segundo principio es éste:

Al contrario de lo que se piensa, no es la voluntad la primera facultad del hombre, sino la imaginación.

Cada vez que hay un conflicto entre ella y la voluntad, cada vez que estamos en el siguiente estado de espíritu: “yo quiero hacer tal o tal cosa, pero no la puedo hacer”, siempre es la imaginación que predomina.

No sólo no hacemos lo que queremos, sino que hacemos precisamente lo contrario de lo que queremos:

  • Cuanto más se esfuerza en dormir una persona que no duerme por la noche, más se sobre activa.
  • Cuanto más queremos recordar del nombre de doña quién sea, más se nos escapa.
  • En algunos casos, cuanto más queremos evitar reír, más nos reímos.
  • Cuanto más quiere evitar tartamudear el tartamudo, más tartamudea,
  • Etc.

¿Cuál es el estado de espíritu de estas personas, en estos distintos casos?

  • Quiero dormir pero no puedo;
  • Quiero encontrar el nombre de doña quién sea, pero no puedo;
  • Quiero evitar reír, pero no puedo;
  • Quiero evitar  tartamudear, pero no puedo;

Véanlo, es siempre “yo no puedo”, la imaginación, que predomina sobre “yo quiero”, la voluntad. Así pues,  es ella la primera facultad del hombre, y no la segunda.

El conocimiento de este hecho es extremadamente importante, y si sabemos aprovecharlo, podemos, gracias a ella, convertirnos en maestros de nosotros mismos. También es gracias a ella que mi método da mejores resultados allí donde los otros han fallado.

Parte II

Tiene que saber que dentro de nosotros existen dos seres bien distintos:

  • El ser consciente y voluntario que conocemos, y que creemos que es el que nos guía.
  • Detrás de éste, hay un segundo: el ser inconsciente, o subconsciente, o imaginativo.

No le prestamos atención y nos equivocamos, pues es, precisamente, este segundo yo quien nos guía tan acertadamente, moral y físicamente. Todos tenemos un corazón, estómago, riñones, hígado, etc. Nadie puede actuar sobre esos órganos a través de su voluntad. No obstante funcionan, incluso durante la noche cuando nuestro consciente duerme. Y si funcionan, es que lo hacen bajo la influencia de una fuerza, la  del inconsciente. No sólo éste preside las funciones de esos órganos, sino también las de todas de nuestro cuerpo y de nuestro ser moral.

Si es el inconsciente el que nos guía, y nosotros aprendemos a guiarlo, entonces, aprendemos a guiarnos a nosotros mismos.

Mostrar cómo, es mi papel:

  • Ahora le ruego que cierre los ojos y escuche lo que voy decirle, y que los abra cuando se lo diga.
  • Cierre los ojos y dígase que todas mis palabras van fijarse, gravarse en su espíritu y que siempre se quedaran fijadas, gravadas, incrustadas  allí, y que usted mismo y su organismo tienen que obedecerlas.
  • Le digo que a partir de ahora todas las funciones de su cuerpo se desarrollaran cada vez mejor, principalmente las del tubo digestivo.
  • Tres veces al día, por la mañana, al medio día y por la noche, tendrá hambre, y, por ello, comerá con placer, aunque sin comer demasiado. Pero tendrá cuidado de masticar bien los alimentos.
  • Con esas condiciones la digestión se hará fácilmente, la sensación de pesadez, de molestia e incluso de dolor que pudiera sentir, desaparecerán poco a poco, y, si tiene enteritis, constatará que irá disminuyendo gradualmente. Naturalmente, al hacerse bien la asimilación, la digestión se hará cada vez mejor, y, por eso, se tornará cada día más y más fuerte, y más y más vigoroso. Además, la sensación de cansancio y de fragilidad que pudiera sentir, desaparecerá, dando paso a una sensación de fuerza y de vigor que aumentara día tras día. Por lo tanto, si está un poco anémico, su anemia también desaparecerá, arrastrando con ella todas las molestias que suelen siempre acompañarla.

Parte III

  • Esta noche, mañana por noche y cada noche tan pronto quiera dormir, dormirá hasta la mañana siguiente, hasta la hora que haya fijado para despertarse.
  • Disfrutará de un sueño profundo, calmo, tranquilo, sin pesadillas; y, cuando se despierte, se sentirá totalmente fresco y en buena disposición.
  • Mientras la digestión, la asimilación y el sueño se desarrollan normalmente, en el caso de que sienta un poco de nerviosismo, irá desapareciendo, dando paso a una sensación de calma, de intensa calma, que le permitirá progresivamente ser maestro de sí mismo, tanto desde el punto de vista físico, como moral.
  • Por fin, y sobre todo, si hasta hoy ha sentido una cierta desconfianza hacia sí mismo, le digo que, a partir de ahora, esta desconfianza va gradualmente a disminuir, dando paso a una sensación de confianza en sí mismo que le dará capacidad para hacer, no sólo bien, sino incluso muy bien, todas las cosas que desea hacer, en la medida no obstante, que sean razonables.
  • Así pues, cada vez que desee hacer algo razonable, una cosa que esté dentro de sus obligaciones, parta siempre del principio que esa cosa es fácil, desde el momento que es posible, y en esas condiciones, esa cosa deviene fácil cuando sería imposible para otros, si la hubiese considerado como tal. Consecuentemente las palabras: “difícil, imposible, no puedo, es más fuerte que yo, no puedo evitar…” desaparecen completamente de su vocabulario. Esas palabras no son francesas, ¿me entiende? Esas palabras no son francesas, ¡se lo repito! Lo que es francés, es: eso es fácil, yo puedo”. Con esas palabras ¡se logran prodigios!
  • Los que sientan un dolor en cualquier parte del cuerpo, en el pie, en las rodillas, en la espalda, en el costado, no importa dónde, yo les digo que a partir de ahora, la causa de este dolor,  se llame artritis o con otro nombre, va a disminuir y desaparecer poco a poco dentro de lo que es posible. Naturalmente, desapareciendo la causa, los efectos que ella determina desaparecerán en la misma proporción, y cada vez que este dolor reaparezca, usted lo hará desaparecer inmediatamente, utilizando el procedimiento siguiente:

Aíslese todo lo posible. Siéntese, cierre los ojos, y, mientras pasa ligeramente la mano por su frente, si se trata de cualquier asunto moral, o en la parte dolorosa, si se trata de cualquier asunto físico, repita rápidamente moviendo los labios, las palabras “se pasa, eso se pasa, etc.” lo más  rápidamente posible, incluso farfullando, no importa. Lo que importa es pronunciar esas palabras bastante rápido para impedir que la idea contraria penetre en su espíritu. Al cabo de algunos segundos el dolor habrá desaparecido.

Hágalo de nuevo cada vez que el dolor reaparezca. En todos los casos su inconsciente hará lo necesario para lograr todo lo que es posible alcanzar.

Parte IV

Le he dado buenos consejos. Ya he hecho mi parte. Así pues, ahora le toca hacer la suya. Es lo más importante. Durante toda su vida,  entiéndame bien, tanto tiempo como usted viva, cada mañana antes de levantarse, cada noche, en cuanto  esté en la cama, cierre los ojos, y repita veinte veces seguidas, moviendo los labios lo bastante alto como para oír sus propias palabras, sin intentar pensar en lo que está diciendo (si lo piensa, está bien, y, si no, ¡sigue estando bien!), y contando mecánicamente con un cordoncito, con veinte nudos, la frase: “todos los días, en todos los aspectos, voy de mejor en mejor”.

Hay dentro de esta frase cinco palabras importantes, son las palabras “en todos los aspectos”. Valen para todo, tanto para los aspectos físicos, como morales; por eso es innecesario darse autosugestiones particulares, ya que cada una está incluida en las palabras: “en todos los aspectos”.

Pero, lo que le recomiendo especialmente es que se dé esa autosugestión, de modo sencillo, infantil, mecánicamente y, sobre todo, sin esfuerzo; tal cual como lo que sigue:”todos los días, en todos los aspectos, voy de mejor en mejor”, “todos los días, en todos los aspectos, voy de mejor en mejor”, “todos los días, en todos los aspectos, voy de mejor en mejor”, etc., como si recitara una letanía.

La repetición, a través del oído, hace penetrar mecánicamente en su inconsciente la frase que es una idea: “todos los días, en todos los aspectos, voy de mejor en mejor”.

Usted ha visto con los ejemplos que le he dado que, en, cuanto tenemos una idea en el espíritu, esa idea se hace realidad en el dominio de la posibilidad. Así pues, si pone bien en su mente: “todos los días, en todos los aspectos, voy de mejor en mejor”, cada día, en todos los aspectos, usted irá de mejor en mejor. Además, como ya le he dicho, cada vez que durante el día o la noche siente una mal físico o moral, dígase a sí mismo que lo hará desaparecer. En ese momento, aíslese tanto como le sea posible, cierre los ojos, y pasando la mano por su frente para un mal moral, o en la parte dolorosa, para un dolor físico, repita de forma extremadamente rápida, moviendo sus labios, las palabras “eso se pasa, eso se pasa”, etc., durante todo el tiempo que sea necesario. Con un poco de hábito, el dolor físico o moral desaparecerá al cabo de algunos segundos. Hágalo cada vez que lo necesite.

www.archeophone.fr

LA FALACIA DE «POST HOC, ERGO PROPTER HOC»


Por Arturo Bosque


(Es contestación al mensaje de un amigo que cree haber curado «una ciática» mediante homeopatía)


Experiencia por experiencia


En una ocasión, subiendo a los ibones del Anayet (ver el diario de mi bota,http://abosque.webcindario.com/Bota/amibota.htm), sufrí un resbalón con tan mala fortuna que mi rodilla hizo un «¡catracrec!» que me produjo un fuerte dolor. Descansé más de media hora y, como se amortiguó mucho, seguí, reconozco mi imprudencia, con la excursión. La bajada fue un calvario.Cuando llegué al coche casi iba arrastrando los pies por el intenso dolor que me producía la rodilla. Este dolor, al principio muy fuerte, se fue atenuando al paso de los meses. Ciertos movimientos, sobre todo los incontrolados, reproducían la situación inicial. Así, mediante una especie de ciclos observaba que la tendencia era de amortiguación. Aguanté; eso sí, iba a natación y no dejé nunca de mover la articulación afectada. Pasados casi dos años, no me duele nada y sigo haciendo excursiones tan o más duras que la que me produjo el incidente.


No fui ni al médico, ni al fisioterapeuta, ni al naturista, ni al acupuntor, ni al homeópata. El dolor, aunque duró un tiempo tan largo, al final desapareció.

No hace falta ser un lógico matemático para deducir que, si hubiese ido 5 meses a cada «especialista» en este orden, se hubiese llevado el mérito el homeópata. Pero si hubiese ido en otro orden hubieran triunfado el acupuntor, el naturista, el fisioterapeuta o el médico.


La falacia de «post hoc, ergo propter hoc»


Tu experiencia, amigo, y la mía se anulan. El resultado es 1 a 1. ¿Qué hacemos?

Al hombre en su evolución le ha ido muy bien asociar que, cuando una cosa sucede después de otra, la primera es causa de la segunda. Y más si ésta relación se repite. Todos tendemos a pensar automáticamente de esta manera ¿Pero eso es así? ¿Siempre que algo sucede tras una acción, ésta es su causa? ¡Naturalmente que no! No pongo ejemplos porque todos hemos tenido un montón en vuestra vida. Sin embargo nos cuesta mucho no caer en la falacia «post hoc, ergo propter hoc». En la experiencia que he descrito arriba se puede ver que, dependiendo del orden en que hubiese visitado a un»especialista», la causa de mi cura se le hubiese atribuido a uno de los cinco.

(Unas buenas páginas sobre éste tema son éstas: Falacias y sofismas

http://clientes.vianetworks.es/empresas/lua911/html/Bachi1/Falacias/falacia.html

y Falacias lógicas http://www.arp-sapc.org/alojadas/f6.html)


¿Es posible conocer cómo se concatenan causas y efectos?


Sí. Existe un método. Es el método científico. Las experiencias personales no sirven, ni la tuya, querido amigo; ni la mía. Podemos incurrir en la
falacia descrita o en otras.


En el caso concreto de las terapias, el método para descubrir la concatenación de causas y efectos es el ensayo clínico. Se toma una población lo más numerosa posible que tengan la misma enfermedad, por ejemplo, «la ciática» que tú citas. Si se quiere saber los efectos de la homeopatía, por seguir tu caso, a la mitad de los pacientes se les suministra un producto homeopático y a otros un placebo (podría ser agua pura). Todo esto se hace por el método que se llama doble ciego: ni los pacientes ni el que reparte la medicación sabe si reciben (o suministran) medicamento o placebo. Luego se hace un estudio estadístico. Lógicamente, si
la medicación es efectiva, los tratados con el producto en cuestión mejoran con toda claridad frente a los tratados con placebo.


Existe una fundación, llamada Cochrane, que se dedica a estudiar ensayos clínicos y que tiene como lema «medicina basada en la evidencia». Significa que esta fundación intenta descubrir lo que cura de lo que no. Entra en la página de Cochrane (http://www.update-software.com/clibplus/clibpluslogon.htm), escribe en el buscador «Homeopatía» y echa un vistazo. Yo no he encontrado ningún estudio que avale su efectividad. Sólo he encontrado estudios que afirman su ineficacia.

¿Nos alarmamos o no?


Si se llegara a la conclusión de que estas medicinas alternativas (para mí, pseudomedicinas) no sirven para nada, algo de alarma social sí que se debiera producir. Generarían a la sociedad incrementos de coste inútiles con
la entrada de acupuntores, homeópatas u otros «especialistas» en el sistema sanitario.

Donde nos hemos de centrar es en si sirve o no sirve tal o cual terapia. Fuera de la sanidad pública que cada uno haga de su capa un sayo. Tengo una relación de 129 terapias que van desde las citadas hasta curarse por eructos o excrementos de vaca. Todas ellas tienen seguidores acérrimos que afirman con ejemplos concretos la bondad de su sistema. Busca en Internet y verás maravillas.

Lo dicho, es una falacia el «sucede después de esto, luego es por esto»

Un abrazo

Arturo Bosque
http://digital.el-esceptico.org/leer.php?id=1852&autor=65&tema=9&bu=fisioterapeuta