Por Arturo Bosque


(Es contestación al mensaje de un amigo que cree haber curado «una ciática» mediante homeopatía)


Experiencia por experiencia


En una ocasión, subiendo a los ibones del Anayet (ver el diario de mi bota,http://abosque.webcindario.com/Bota/amibota.htm), sufrí un resbalón con tan mala fortuna que mi rodilla hizo un «¡catracrec!» que me produjo un fuerte dolor. Descansé más de media hora y, como se amortiguó mucho, seguí, reconozco mi imprudencia, con la excursión. La bajada fue un calvario.Cuando llegué al coche casi iba arrastrando los pies por el intenso dolor que me producía la rodilla. Este dolor, al principio muy fuerte, se fue atenuando al paso de los meses. Ciertos movimientos, sobre todo los incontrolados, reproducían la situación inicial. Así, mediante una especie de ciclos observaba que la tendencia era de amortiguación. Aguanté; eso sí, iba a natación y no dejé nunca de mover la articulación afectada. Pasados casi dos años, no me duele nada y sigo haciendo excursiones tan o más duras que la que me produjo el incidente.


No fui ni al médico, ni al fisioterapeuta, ni al naturista, ni al acupuntor, ni al homeópata. El dolor, aunque duró un tiempo tan largo, al final desapareció.

No hace falta ser un lógico matemático para deducir que, si hubiese ido 5 meses a cada «especialista» en este orden, se hubiese llevado el mérito el homeópata. Pero si hubiese ido en otro orden hubieran triunfado el acupuntor, el naturista, el fisioterapeuta o el médico.


La falacia de «post hoc, ergo propter hoc»


Tu experiencia, amigo, y la mía se anulan. El resultado es 1 a 1. ¿Qué hacemos?

Al hombre en su evolución le ha ido muy bien asociar que, cuando una cosa sucede después de otra, la primera es causa de la segunda. Y más si ésta relación se repite. Todos tendemos a pensar automáticamente de esta manera ¿Pero eso es así? ¿Siempre que algo sucede tras una acción, ésta es su causa? ¡Naturalmente que no! No pongo ejemplos porque todos hemos tenido un montón en vuestra vida. Sin embargo nos cuesta mucho no caer en la falacia «post hoc, ergo propter hoc». En la experiencia que he descrito arriba se puede ver que, dependiendo del orden en que hubiese visitado a un»especialista», la causa de mi cura se le hubiese atribuido a uno de los cinco.

(Unas buenas páginas sobre éste tema son éstas: Falacias y sofismas

http://clientes.vianetworks.es/empresas/lua911/html/Bachi1/Falacias/falacia.html

y Falacias lógicas http://www.arp-sapc.org/alojadas/f6.html)


¿Es posible conocer cómo se concatenan causas y efectos?


Sí. Existe un método. Es el método científico. Las experiencias personales no sirven, ni la tuya, querido amigo; ni la mía. Podemos incurrir en la
falacia descrita o en otras.


En el caso concreto de las terapias, el método para descubrir la concatenación de causas y efectos es el ensayo clínico. Se toma una población lo más numerosa posible que tengan la misma enfermedad, por ejemplo, «la ciática» que tú citas. Si se quiere saber los efectos de la homeopatía, por seguir tu caso, a la mitad de los pacientes se les suministra un producto homeopático y a otros un placebo (podría ser agua pura). Todo esto se hace por el método que se llama doble ciego: ni los pacientes ni el que reparte la medicación sabe si reciben (o suministran) medicamento o placebo. Luego se hace un estudio estadístico. Lógicamente, si
la medicación es efectiva, los tratados con el producto en cuestión mejoran con toda claridad frente a los tratados con placebo.


Existe una fundación, llamada Cochrane, que se dedica a estudiar ensayos clínicos y que tiene como lema «medicina basada en la evidencia». Significa que esta fundación intenta descubrir lo que cura de lo que no. Entra en la página de Cochrane (http://www.update-software.com/clibplus/clibpluslogon.htm), escribe en el buscador «Homeopatía» y echa un vistazo. Yo no he encontrado ningún estudio que avale su efectividad. Sólo he encontrado estudios que afirman su ineficacia.

¿Nos alarmamos o no?


Si se llegara a la conclusión de que estas medicinas alternativas (para mí, pseudomedicinas) no sirven para nada, algo de alarma social sí que se debiera producir. Generarían a la sociedad incrementos de coste inútiles con
la entrada de acupuntores, homeópatas u otros «especialistas» en el sistema sanitario.

Donde nos hemos de centrar es en si sirve o no sirve tal o cual terapia. Fuera de la sanidad pública que cada uno haga de su capa un sayo. Tengo una relación de 129 terapias que van desde las citadas hasta curarse por eructos o excrementos de vaca. Todas ellas tienen seguidores acérrimos que afirman con ejemplos concretos la bondad de su sistema. Busca en Internet y verás maravillas.

Lo dicho, es una falacia el «sucede después de esto, luego es por esto»

Un abrazo

Arturo Bosque
http://digital.el-esceptico.org/leer.php?id=1852&autor=65&tema=9&bu=fisioterapeuta